Giambattista Tiepolo, El Olimpo, o Triunfo de Venus |
Desde
la creación de este micro cosmos de imágenes y palabras que es Navegando son ya unos cuantos los escritores
que se han embarcado en esta nave. Hoy os traigo la palabra de Tomás Soler
Borja, poeta, acróbata de las letras.
Sus versos son alfa de luz y omega de
sombra, un territorio de sentimientos compartidos.
En el Olimpo.
Me llena de fe
asomarme al cielo de tus ojos
porque solo allí
tiene cabida para mí
el Olimpo de los dioses.
Y así, cerca,
muy cerca de tus labios,
de tu boca,
del altar de tu cuerpo
nos nace Afrodita en un beso,
nos crece Eros entre suspiros.
Y así, cerca,
muy cerca de tu piel,
de tu carne,
del edén de tu fuego
nos quema el ansia de ser uno,
nos abrasa el espíritu del deseo.
Itaca.
Muéstrame
con tus ojos
de
promesas del sur
el
regreso a Itaca,
la
vuelta a casa
desde
estas soledades pálidas
tan
al norte de tu boca.
Muéstrame
el camino
que
desde esta fría Europa,
tierra
de penumbras,
me
acerque por ríos y desiertos
valles
y montañas
hasta
el estrecho luminoso
que
anticipa África,
continente
madre de toda vida.
Muéstramelo
ya,
sin
demora,
con
el fuego de tu amor
trazando
el meridiano trémulo
que
guíe mis ansias de viaje
por
los derroteros del deseo.
Tomás
Soler Borja, acróbata
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