Ότι δεν με σκοτώνει με κάνει πιο δυνατό


sábado, 29 de septiembre de 2012

Federico G. Lorca: Canción otoñal / Canzone d´autunno






Finaliza septiembre regalándonos la delicada melancolía de sus atardeceres y Navegando guiada cálidamente por el hijo de Astreo y Eos dirige su nave hasta una costa llena de poesía. Noto con su soplo ha trazado nuestro rumbo, ya hemos llegado a nuestro destino donde nos esperan los versos del inmortal poeta granadino Federico García Lorca.
Nuestra mirada se detiene en Canción otoñal uno de los poemas incluidos en el Libro de poemas (1921) de Federico en el que se recopilan diferentes composiciones escritas por el poeta entre 1918 y 1920 cuando apenas tenía veinte años y en las que destaca un profundo aire de melancolía. En el prólogo del Libro de los poemas,  que él denomina “palabras de justificación” escribe: “Ofrezco en este libro, todo ardor juvenil y tortura, y ambición sin medida, la imagen exacta de mis días de adolescencia y juventud, esos días que enlazan el instante de hoy con mi misma infancia reciente. En estas páginas desordenadas va el reflejo fiel de mi corazón y de mi espíritu, teñido del matiz que le prestara, al poseerlo, la vida palpitante en torno recién nacida para mi mirada.”
Canción otoñal es como tantos poemas de Lorca un espacio personal lleno de vida, de emociones y pensamientos donde el poeta utiliza continuas interrogaciones que nos  abren la puerta a una reflexión sobre el sentido de la existencia.
En esta ocasión además del texto original castellano os transcribo su traducción al italiano. 

Gracias Ricardo por compartirla.




CANCIÓN OTOÑAL
(Granada, noviembre de 1918)

Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas,
pero mi senda se pierde
en el alma de la niebla.
La luz me troncha las alas
y el dolor de mi tristeza
va mojando los recuerdos
en la fuente de la idea.

Todas las rosas son blancas,
tan blancas como mi pena,
y no son las rosas blancas,
que ha nevado sobre ellas.
Antes tuvieron el iris.
También sobre el alma nieva.
La nieve del alma tiene
copos de besos y escenas
que se hundieron en la sombra
o en la luz del que las piensa.

La nieve cae de las rosas,
pero la del alma queda,
y la garra de los años
hace un sudario con ellas.

¿Se deshelará la nieve
cuando la muerte nos lleva?
¿O después habrá otra nieve
y otras rosas más perfectas?
¿Será la paz con nosotros
como Cristo nos enseña?
¿O nunca será posible
la solución del problema?

¿Y si el amor nos engaña?
¿Quién la vida nos alienta
si el crepúsculo nos hunde
en la verdadera ciencia
del Bien que quizá no exista,
y del Mal que late cerca?

¿Si la esperanza se apaga
y la Babel se comienza,
qué antorcha iluminará
los caminos en la Tierra?

¿Si el azul es un ensueño,
qué será de la inocencia?
¿Qué será del corazón
si el Amor no tiene flechas?

¿Y si la muerte es la muerte,
qué será de los poetas
y de las cosas dormidas
que ya nadie las recuerda?
¡Oh sol de las esperanzas!
¡Agua clara! ¡Luna nueva!
¡Corazones de los niños!
¡Almas rudas de las piedras!
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
y todas las rosas son
tan blancas como mi pena.



CANZONE D'AUTUNNO

Oggi sento nel cuore
un vago tremore di stelle,
ma il mio sentiero si perde
nell'anima della nebbia.
La luce mi spezza le ali
e il dolore della mia tristezza
bagna i ricordi
alla fonte dell'idea.

Tutte le rose sono bianche,
bianche come la mia pena,
e non sono le rose bianche,
perché ci ha nevicato sopra.
Prima ci fu l'arcobaleno.
Nevica anche sulla mia anima.
La neve dell'anima ha
fiocchi di baci e di scene
che sono affondate nell'ombra
o nella luce di chi le pensa.

La neve cade dalle rose,
ma quella dell'anima resta
e l'artiglio degli anni
ne fa un sudario.

Si scioglierà la neve
quando moriremo?
O ci sarà altra neve
e altre rose piú perfette?
Scenderà la pace su di noi
come c'insegna Cristo?
O non sarà mai possibile
la soluzione del problema?

E se l'amore c'inganna?
Chi animerà la nostra vita
se il crepuscolo ci sprofonda
nella vera scienza
del Bene che forse non esiste
e del Male che batte vicino?

Se la speranza si spegne
e ricomincia Babele
che torcia illuminerà
le strade della Terra?

Se l'azzurro è un sogno,
che ne sarà dell'innocenza?
Che ne sarà del cuore
se l'Amore non ha frecce?

Se la morte è la morte,
che ne sarà dei poeti
e delle cose addormentate
che piú nessuno ricorda?
O sole della speranza!
Acqua chiara! Luna nuova!
Cuori dei bambini!
Anime rudi delle pietre!
Oggi sento nel cuore
un vago tremore di stelle
e tutte le rose sono
bianche come la mia pena.


sábado, 22 de septiembre de 2012

Septiembre, tiempo de vendimia



Σεπτέμβριος ο τρυγητής-αρχή φθινοπώρου, ΒΟΗΔΡΟΜΙΩΝ



Desde Navegando celebramos la llegada del otoño. Lo hacemos recordando el poema de Antípatro que acompaña a la imagen superior tan propia de septiembre. Ya desde la antigüedad se festejó la recogida de la vid, la gran fiesta de la vendimia.

Añadimos otro poema. De los abundantes y variados que a lo largo de los tiempos se han inspirado en esta estación he elegido El otoño  de Ioannis Karasutsas, poeta griego nacido en Esmirna en el año 1824.

Karasutsas. Su vida al igual que su obra refleja una clara influencia del movimiento romántico característico del siglo XIX. Este poeta firme defensor de los ideales democráticos y humanitarios que recorrían la Europa del momento refleja en su creación, especialmente en Melodías matinales un cierto desengaño, pesimismo ante la vida, característica esta tan propia de los románticos cuya actitud idealista enfrentada a la dura realidad que les rodea les lleva a menudo a la desesperación. En el caso de Karasutsas hemos de reconocer que la última etapa de su vida fue como mínimo complicada ya que tras ser apartado de su trabajo como profesor estuvo sometido a toda clase de privaciones que unidas a sus problemas psicológicos le llevaron al suicidio. Muere en Atenas en 1873. De sus publicaciones destacamos los libros La Lira, Musa nodriza y especialmente el ya mencionado Melodías matinales. Estilísticamente se distingue por una composición llena de sensibilidad y plasticidad.




Ιωάννης Καρασούτσας  

Το Φθινόπωρον

Tο βουρκωμένο σύννεφο τον ουρανό μαυρίζει.
Ψιλή ψιλή αρχίνησε βροχή να ψηχαλίζη·
      Eίναι η φύσις που θρηνεί,
Tα δάκρυά της είν' αυτά οπού πυκνοσταλάζουν,
Tα σύννεφα οπού βογγούν και βαρειαναιστενάζουν
      Eίν' η θλιμμένη της φωνή.

Eίναι πουρνό· τι καταιχνιά λευκή σαν Nαϊάδα !
Δεν βλέπεις μήτε το βουνό, μήτε την πεδιάδα.
      Tου χρόνου τα γεράματα !
Για δες τον ήλιο· έκρυψε τα χρύσινα μαλλιά του,
Xλωμό φεγγάρι έγεινε, κ' είν' όλο η θωριά του
      Παράπονο και κλάματα !

Nα ! βράχηκε και το ξερό της ερημιάς ποτάμι.
Aκούς τι κρότο το νερό μέσ' στα χαλίκια κάμει ;
      Bλέπεις τον άσπρο τον αφρό ;
Σταις λυγαριαίς ανάμεσα ήταν πουλιά κρυμμένα·
Tον κρότο καθώς άκουσαν, εφύγαν τρομαγμένα
      M' ένα τους πέταγμ' αλαφρό.

Ψυχή δεν βλέπεις· έρημος ο τόπος κ' αφειμένος.
O γέρος μόνος χωρικός πηγαίνει φορτωμένος
      Mε τα κομμένα ξύλα του.
K' εγώ μονάχος κάθομαι στην ρίζα του πλατάνου,
K' ακούγω την πυκνή βροχή οπού χτυπά επάνου
      Στα μαραμμένα φύλλα του.

Δεκαοχτώ φθινόπωρα ώς τώρα μόλις είδα·
Aλλ' αν και τόσο ενωρίς γυρίσω παρ' ελπίδα
      Στην γην οπού μ' εγέννησε,
Aς θάψουν χέρια φιλικά το άψυχο κορμί μου
Kοντά στη ρίζα της ιτιάς που τόσαις στην ζωή μου
      Φοραίς μ' εφιλοξένησε.

Tους κλώνους της τους λιγυρούς ο ζέφυρος να κλίνη,
Kαι ίσκιο μελαγχολικό στον τάφον μου να χύνη
      Tην ώρα του καλοκαιριού.
Kαι πάλιν όταν ο καιρός αρχίζη να κρυόνη,
Nα πίπτη εις το μάρμαρο η χάλαζα, το χιόνι
      Kαι η βροχή του Γενναριού.





Ioannis Karasutsas 

El otoño

La nube lacrimosa ennegrece el cielo.
Finísima, comenzó la lluvia a orvallar.
      Es la naturaleza que llora.
Sus lágrimas son las que gotean densamente,
y las nubes que gimen y suspiran con gravedad
      son su voz entristecida.

Es de mañana. ¡Qué bruma blanca como una náyade!
No ves la montaña ni la llanura.
     ¡Vejez del tiempo!
Mira el sol. Ocultó su cabello dorado,
se convirtió en pálida luna y su aspecto es tan sólo
     queja y llanto.

¡Eh ahí! Empequeñeció también el seco río de la soledad.
¡Escucha el ruido que hace el agua entre los guijarros!
     ¿Ves la blanca espuma?
Entre los mimbres se ocultaban los pájaros.
Al escuchar el ruido, salieron asustados,
      en un suave vuelo.

No hay un alma. El paraje está desierto y abandonado.
Sólo el viejo agricultor va cargado
      de madera cortada.
Y yo me siento, solo, en la raíz del plátano
y escucho la densa lluvia que golpea
      sobre las hojas marchitas.

Apenas vi, hasta este momento, dieciocho otoños.
Pero regreso esperanzado, aunque tan pronto,
      a la tierra en que nací.
Que manos amistosas entierren mi cuerpo exánime
junto a la raíz del sauce que tantas veces,
      en mi vida, me dio cobijo.

Que Céfiro incline sus leves ramas
y una sombra melancólica se vierta sobre mi tumba
      cuando llegue el verano.
E, incluso, cuando empiece a hacer frío,
que caigan sobre el mármol el granizo, la nieve
      y la lluvia de enero.

Trad.: José A. Moreno






Un lamento y una lágrima
primer otoño primera lluvia
esta noche…  Así comienza la letra de esta canción










sábado, 15 de septiembre de 2012

Oro sucio



Por  PEDRO OLALLA


Esta vez, no me limitaré a exponer de nuevo la opinión de que uno de los objetivos primordiales de este terrorismo financiero disfrazado de "crisis" es que las riquezas nacionales pasen a bajo precio a manos de las grandes fortunas; esta vez, voy a poner un ejemplo. Advierto que puede –y debe– herir la sensibilidad del ciudadano.
Hace algo más de dieciséis años, en diciembre de 1995, el gobierno griego transfirió a la empresa TVX Hellas los derechos de explotación de las minas de oro y otros metales de la región de Casandra, en Calcídica (Macedonia, Grecia). La reacción de los habitantes de la zona, ante la perspectiva de ver su tierra devastada por el cianuro y vendida a intereses privados extranjeros, no se hizo esperar: apelaron al Tribunal Supremo solicitando la supresión de las obras, montaron guardia en la zona veinticuatro horas al día y fueron gaseados y desalojados repetidamente por efectivos de la policía y del ejército que acordonaban la zona. Seis años después, el Tribunal Supremo admite el recurso ciudadano; el 9 de diciembre de ese mismo año, un accidente en las explotaciones de Stratoni provoca una fuga de residuos tóxicos al mar, a resultas de lo cual, cinco meses más tarde, la empresa explotadora se declara en quiebra.
Pasados seis meses, en una extraña maniobra, el gobierno griego acepta la quiebra de TVX Hellas (6/12/2003), renunciando así al cobro de impuestos y forzando a los 472 trabajadores despedidos a aceptar la renuncia a sus honorarios pendientes. Seis días más tarde (12/12/2003), revoca la declaración de quiebra para poder comprar de la empresa los derechos de explotación. Los adquiere por la ridícula suma de 11 millones de euros, y, en cuestión de horas, se los revende por el mismo precio a Hellas Gold, compañía fundada dos días antes, sin mediar concurso público y exonerando a la nueva propietaria de toda responsabilidad sobre los daños ecológicos provocados por TVX Hellas. Una compraventa muy oscura sin ningún beneficio para el erario público. Ninguno, porque el contrato deja claro que la riqueza mineral pertenece en exclusiva a la compañía que la extrae (Ley 3220/2004 ΦΕΚ 15A / 28.01.04). Detrás de la flamante Hellas Gold, está la compañía griega Hellaktor, con la parte del ratón, y el grupo European Goldfields, controlado por Goldman Sachs, con la parte del león.
Por 11 millones de euros, estos "inversores" compraron al Estado –y al pueblo– griego: 317.000 hectáreas para la explotación minera de oro, plata, cobre, zinc y otros metales; 40 hectáreas de instalaciones industriales; 11 hectáreas de suelo urbano; 2.500 de suelo rural; 270.000 toneladas de concentrado de argiropirita (del que pueden extraerse 250.000 onzas de oro) y otros bienes más, largos de enumerar. Si, en octubre del año pasado, Qatar Holding se disponía a adquirir el 9% de las acciones de la compañía por el módico precio de 175 millones de euros, hay que suponer que el 100% de las acciones de aquella "ganga" adquirida a los griegos por 11 millones de euros vale ahora casi 2.000 millones. Más de uno se habrá hecho de oro.
Comprar en tiempos de crisis es un gran negocio. Por eso ahora, habiendo puesto a Grecia con el agua al cuello mediante el terrorismo financiero y la connivencia política, es hora de comprar. Así, con la llegada de la primavera (29/3/2012), el gobierno del "tecnócrata" Papadimos cedió 4.100 hectáreas de zona forestal en la misma región a Hellas Gold para empezar a extraer oro. El 5% de la empresa pertenece actualmente a Hellaktor (vía Aktor) y el 95% a la multinacional canadiense Eldorado Gold. Sus principales accionistas son Fidelity, Market Vectors y la famosa Vanguard, uno de los tres mayores inversores del planeta.
Una pregunta para terminar: ¿cómo es posible que un gobierno venda por 11 millones un bien común que ahora –antes incluso de su explotación sistemática– ya vale 2.000 y no se investigue ni se pidan responsabilidades?





domingo, 9 de septiembre de 2012

Federico García Lorca, Soneto de la dulce queja / Φεντερίκο Γκαρσία Λόρκα, Σονέτο του γλυκού παραπόνου






De nuevo Lorca engrandece este pequeño cosmos que es Navegando y nos trae un soneto, el de la dulce queja incluido dentro del libro Sonetos del amor oscuro donde el poeta refleja el dolor por un amor secreto. Percibimos la desilusión, el miedo y el sufrimiento del yo poético ante la idea de no ser correspondido, no obstante los versos de este soneto están llenos de vida, de libertad, nunca de resignación.




Soneto de la dulce queja

Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.




En la voz de Amancio Prada

 





Γλυκό Παράπονο

Να στερηθώ το θαύμα μη μ' αφήσεις
στα μάτια σου να χάνομαι και να 'χω
τη νύχτα ν' ακουμπάει στο μάγουλό μου
το ρόδο της ανάσας σου μονάχο.

Πονώ που είμαι εδώ, σ' αυτή την όχθη,
κορμός χωρίς κλαδιά στην ερημιά του
χωρίς χυμό χωρίς πηλό και άνθη
για το σαράκι μες στα σωθικά του.

Αν είσαι ο κρυμμένος θησαυρός μου
η σταύρωση και η νωπή μου θλίψη
κι εγώ σκυλί της επικρατειάς σου.

Αυτό που έχω κερδίσει ας μη μου λείψει
και που στολίζει τώρα τα νερά σου
με φύλλα από το φθινόπωρό μου.