Ότι δεν με σκοτώνει με κάνει πιο δυνατό


sábado, 29 de octubre de 2011

Un denario de plata en Picu Llagüezos





Hace unos días leía en un periódico que se habían encontrado restos de un campamento romano en el cerro de Picu Llagüezos, en la frontera entre Lena (Asturias) y Villamanín (León). Entre los diferentes objetos hallados destaca la presencia de un denario de plata que posiblemente dataría de los años 90-89 a.C. Sin duda la noticia es interesante y positiva para conocer más datos acerca de la presencia de Roma en Asturias; ahora bien, esperemos que a pesar de la situación económica actual, los arqueólogos cuenten con la ayuda necesaria para realizar su trabajo.

Si queréis más información:


sábado, 15 de octubre de 2011

Circe: de Homero a Cortázar

Wright Barker (1864-1941)



Cuando leemos las fascinantes y mágicas aventuras y desventuras que Homero nos relata en la Odisea, uno de los capítulos que más nos atrae es el que narra el encuentro entre el héroe griego Odiseo y la hechicera Circe. Nos cuenta Homero (capítulo X) que Odiseo y sus compañeros navegando de vuelta a Ítaca se encontraron con la morada de Circe, la terrible diosa de lindas trenzas nacida de Helios y de Perseis que vivía rodeada de animales como lobos y leones a los que había hechizado dándoles maléficos brebajes. La maga acoge con gran hospitalidad a parte de la tripulación que acompaña a Odiseo y tras ofrecerles un rico banquete les convierte en cerdos, a todos excepto a Euríloco que se escapa y avisa al rey de Ítaca de lo sucedido. Odiseo decide rescatarlos y en el camino hacia la morada de Circe encuentra a Hermes (sí, sí, nuestro Mercurio) que le enseña cómo debe actuar para contrarrestar los maleficios de Circe. El de Ítaca siguiendo el consejo del dios que da nombre a este blog, consigue transcurrido un tiempo rescatar a sus compañeros y reemprender el periplo que le llevará de vuelta a casa.
A grandes rasgos éste sería el resumen del capítulo X de la Odisea. Fuente e inspiración de numerosos escritores. Uno de ellos el gran Julio Cortázar, entre cuyas obras nos encontramos un cuento titulado “Circe” que forma parte de una serie de cuentos que Cortázar publica bajo el título de “Bestiario” (1951) y que él mismo consideraba autoterapias de tipo psicoanalítico.
Sin duda analizar los puntos de conexión entre el mito griego y su presencia en el cuento de Cortázar es un trabajo que excede de una simple entrada en el blog. Pero no me resisto a realizar al menos un sencillo comentario sobre ciertos aspectos concordantes entre ambos relatos.
Me parece que el nexo de unión entre la Circe de Homero y la Delia (Circe) de Cortázar va más allá de la explícita alusión que indica el título para mostrarnos o al menos dejarnos entrever diferentes paralelismos contextuales. Y así queda latente en las dos narraciones el uso de la seducción femenina como señuelo para lograr el poder y la dominación, siempre envuelto en un ceremonial de exquisitez gastronómica: la Circe griega encandila, seduce a los compañeros de Odiseo y les ofrece un suculento banquete para “Después que se lo hubo ofrecido, les tocó con su varita y los encerró en las pocilga. Tenían la cabeza, la voz, el cuerpo y el pelambre del cerdo, pero su espíritu permaneció siendo el mismo. Y viéndose encerrados, lloraban y Circe les echó de comer bellotas… todo lo que comen los cerdos que se acuestan en el suelo”Asimismo Delia Mañara (la Circe de Cortázar) seduce y envenena a su novio Mario con delicados bombones y exóticos licores, a pesar de que semejantes manjares le producen una mezcla de placer y repulsión ...Mario sintió un raro malestar, una dulzura de abominable repugnancia . Preludio del momento en que Mario descubre el “relleno” de los alimentos formado por pedazos de animales, de insectos muertos.
Igualmente desde el principio llama nuestra atención el poder de someter a los animales que demuestran tanto Circe como Delia:
…Y en sus alrededores deambulaban lobos y leones, pues Circe los había domesticado administrándoles pérfidos brevajes… (Odisea, X)
…Un gato seguía a Delia, todos los animales se mostraban siempre sometidos a Delia, no se sabía si era cariño o dominación, le andaban cerca sin que ella los mirara…(Circe)
Finalmente es justo anotar que Cortázar tomando como base la leyenda mítica de Circe crea una narración que sobrepasa el concepto del mito para contarnos una historia sobrecogedora cuyo transfondo encontramos en las alteraciones psicológicas del escritor. Dato que manifestó el propio autor: « Cuando escribí Circe pasaba por una etapa de gran fatiga en Buenos Aires, porque quería recibirme de traductor público y estaba dando los exámenes uno tras otro… Hice toda la carrera de traductor público en ocho o nueve meses, lo que me resultó muy penoso. Me cansé y empecé a tener síntomas neuróticos; nada grave –no se me ocurrió ir al médico-, pero sumamente desagradable, porque me asaltan diversas fobias a cual más absurdas. Noté que cuando comía me preocupaba constantemente el temor de encontrar moscas o insectos en la comida. Comida, por lo demás, preparada en mi casa y a la que yo le tenía plena confianza. Pero una y otra vez me sorprendía a mí mismo en el acto de escarbar con el tenedor antes de cada bocado. Eso me dio la idea del
cuento, la idea de un alimento inmundo. Y cuando lo escribí, por cierto que sin proponérmelo como cura, descubrí que había obrado como un exorcismo porque me curó inmediatamente »

domingo, 9 de octubre de 2011

Eco y Narciso

La mitología clásica ha inspirado a través de los tiempos a multitud de artistas e intelectuales que han recreado en sus obras las extraordinarias y apasionantes leyendas de griegos y romanos. En esta ocasión os traigo al blog una magnífica canción de Christina Rosenvinge inspirada en el mito de Eco y Narciso (recordemos Las Metamorfosis de Ovidio donde se nos cuenta el amor que sentía la ninfa Eco hacia Narciso y cómo el rechazo del joven la empuja, desolada y triste, a ocultarse en una cueva hasta consumirse de dolor …..si os interesa la historia podéis leer más en el siguiente enlace, elmitodeeco.blogspot.com

Canción del Eco - Christina Rosenvinge


Letra "Canción de Eco"
Condenada por los dioses
sin su linda voz,
Eco se esconde en la cueva con su dolor.
El corazón mudo sólo puede repetir
las últimas sílabas que acaba de oír.
Narciso es soberbio,
¡Por Dios, qué guapo es!
Las ninfas se ofrecen ante su desinterés.
Pasea en el bosque su melancolía.
Nada es suficiente, su alma está vacía
Eco de lejos le espía y suspira: ¡Amor!
Cómo confesarlo sin su propia voz
Un claro del bosque se abre para los dos
La cálida tarde presiente lo peor


¿Quién eres tú, niña loca?
Niña loca… Niña loca…
Muero antes que darte un beso
Darte un beso… Darte un beso…
Quiero estar solo en el río
En el río… en el río…
¿No pensarás que te quiero?
Te quiero… Te quiero…
Te quiero… Te quiero…


Narciso recibe castigo por ser tan cruel
El agua nunca fue tan clara, ni tanta la sed.
Al ver su reflejo por fin descubrió el amor
Ahogado en sí mismo se convierte en flor.
Eco de pena y locura se consumió,
Sólo quedó resonando sin fin
Su linda voz


¿Quién eres tú, niña loca?
Niña loca… Niña loca…
Muero antes que darte un beso
Darte un beso… Darte un beso…
Quiero estar solo en el río
En el río… en el río…
¿No pensarás que te quiero?
Te quiero… Te quiero…
Te quiero… Te quiero…


Ahora tú dime:
¿Qué demonios hago yo aquí?
¿Soy sólo tu espejo o me ves a mí?
¿Se me consiente algo más que repetir


cada palabra que deseas oír?
Tocas el agua, se tiende la nariz
La imagen es vana, el llanto no tiene fin.


¿Quién eres tú, niña loca?
Niña loca… Niña loca…
Muero antes que darte un beso
Te quiero… Te quiero…
Quiero estar solo en el río
En el río… en el río…
¿No pensarás que te quiero?
Te quiero… Te quiero…
Te quiero... Te quiero...Te quiero... Te quiero..

sábado, 1 de octubre de 2011

La publicidad en Grecia y Roma





Hace unos días conversando con unos amigos surgió el tema de la publicidad (que nos rodea por todos lados) y su influencia en nuestras vidas. Y me entró la curiosidad, ¿cuándo y de dónde parte este modo de persuadir al público para que se interese y compre un determinado producto?
Pues bien, parece ser que debemos volver nuestra vista al pasado y en concreto al antiguo
Egipto. Son varios los autores que consideran como primer mensaje “publicitario” un papiro egipcio encontrado en Tebas (se conserva actualmente en el Museo Británico). En este documento leemos:
"Habiendo huido el esclavo Shem de su patrono Hapu, el tejedor, éste invita a todos los buenos ciudadano de Tebas a encontrarle. Es un hitita, de cinco pies de alto, de complexión robusta y ojos castaños. Se ofrece media pieza de oro a quien dé información a cerca de su paradero; a quien lo devuelva a la tienda de Hapu, el tejedor, donde se tejen las más bellas telas al gusto de cada uno, se le entregará una pieza entera de oro".Resulta evidente que la frase destacada es una manera elemental de hacer publicidad. Pero profundizando un poco más en el tema (y dejando a un lado la diferencia entre propaganda y publicidad), llegamos ¡cómo no! a Grecia y Roma, donde descubrimos reclamos publicitarios tanto orales como escritos.En cuanto a la publicidad escrita nos encontramos en entorno al año 480 a. C. con los primeros soportes de propaganda, eran los axones o postes de piedra o madera pintados de blanco en los que se inscribían los comunicados de los gobernantes, por ejemplo el código de leyes impuesto por Solón (arconte ateniense que promovió una ley de amnistía anulando las deudas a los campesinos, prohibiendo los contratos que reducían la libertad personal, limitando las propiedades y privilegios de la aristocracia), tras la terrible desolación que sufrieron los atenienses a consecuencia de las Guerras Médicas.


En la misma época nos encontramos en el mundo griego otra variedad de “cartel” o “publicidad exterior” donde se anotaban diferentes comunicados, me refiero a los Kyrbos (columnas cilíndricas de madera). Más tarde en Roma aparecieron los alba (tablones de anuncios permanentes ) y los libelli ( papiros que se adosaban a los muros y cumplían, en cierta forma, la función actual de los pasquines publicitarios). Por tanto ambos soportes se utilizaban fundamentalmente para fijar en ellos los avisos oficiales, pero también recogían anuncios varios como la venta de esclavos, alquileres de casas, etc.
Asimismo en
Grecia existía otro modo de dar a conocer los mensajes públicos (políticos, religiosos, etc.) y también los comerciales, se hacía a través del heraldo o Kérux que constituía un excelente reclamo oral de publicidad. Igualmente en Roma encontramos el señuelo publicitario en su vertiente oral con la presencia del praeco o pregonero que divulgaba, previo encargo del comerciante, las excelencias del producto en cuestión.
Este modo de publicidad se extiende a través de los siglos hasta que en la
Edad Media aparece una nueva técnica de divulgación que consistía en grabar los manuscritos en planchas de madera, lo que permitía obtener, tras entintarlas, cierto número de reproducciones en pergamino. Éstas se fijaban a la entrada de las iglesias, en las plazas, etc. para difundir la información a las gentes del lugar.
Este sistema publicitario permanece hasta que el alemán
Johannes Gutenberg crea ese gran invento que revolucionará el mundo de la comunicación: la imprenta.