Οὐδὲν ἄρα ἐστίν ἐπιτήδευμα τῶν πόλιν διοικούντων γυναικὸς διότι γυνή, οὐδ’ ἀνδρὸς διότι ἀνήρ, ἀλλ’
ὁμοίως διεσπαρμέναι αἱ φύσεις ἐν ἀμφοῖν τοῖν
ζῴοιν, καὶ πάντων μὲν μετέχει γυνὴ ἐπιτηδευμάτων κατὰ
φύσιν, πάντων δὲ ἀνήρ.
(Πλάτων)
No hay
ninguna ocupación en el gobierno de la ciudad que corresponda a la mujer por
ser mujer ni al hombre por ser hombre, sino que sembradas las habilidades
naturales de igual modo en ambos seres, conforme a este orden natural la mujer ha
de participar en todas las actividades, lo mismo que el hombre.
En
este fragmento extraído del libro V de la República sostiene Platón que no hay
tareas propias de hombres o de mujeres sino que todos deben tener acceso a los
mismos cargos.
Pese a lo que pudiera parecer no es esta una posición feminista
en defensa de las aspiraciones o deseos de las mujeres, pues no era asunto que centrase
su interés, lo importante para el filósofo era alcanzar un Estado unido, sano y ello solo sería posible si los mejores,
los más capacitados fuesen quienes desempeñasen los puestos de gobierno, independientemente de
su sexo.
Es
fácil deducir que para los coetáneos de Platón esta idea debía resultar como
mínimo sorprendente puesto que la tendencia general consideraba las diferentes
naturalezas de hombres y mujeres un impedimento insalvable para ellas.
Los
argumentos esgrimidos por el filósofo para convencer a sus seguidores de que
esas diferencias no eran obstáculo para sus propósitos, se basaban en dos
pilares, uno que era posible conseguirlo y otro que además era lo más
conveniente para la ciudad.
¿Cómo lograrlo? Educando a hombres y mujeres por igual, de
modo que cada uno pudiese desarrollar plenamente sus capacidades para
aplicarlas en una sola tarea, aquella para la que estaba mejor preparado, ergo
el Estado sería más fuerte y armónico.
La Educación en igualdad es la llave que abre las puertas al bienestar del Estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario