Federico Barocci, El Nacimiento, 1597 |
Hoy hemos terminado las clases y después de un
largo viaje por fin en casa disfrutando de las vacaciones, Navidad… ¡qué pronto ha llegado!
Estos días deberían servir para que pensáramos
en el verdadero sentido de estas fechas, en lo que nos une y la felicidad que sentimos cuando pensamos
en los demás y dejamos a un lado tanto egoísmo como a veces nos caracteriza; sí
ya sé que esto hace siglos nos lo enseñaron nuestros queridos clásicos, qué
ejemplo el de Sócrates y su areté… En fin, vayan desde aquí mis mejores
deseos para todos y recordad los hermosos versos de Horacio, Dum
loquimur, fugerit invida aetas: carpe diem, quam minimum credula
postero.
¡Felices Fiestas!