sábado, 29 de junio de 2013

Pegaso





©  Teodoru Badiu, Pegasus Divided



















Pegaso. Caballo con alas, hijo del dios Posidón y de la Gorgona Medusa.  Es llamativo el episodio que nos relata su nacimiento emergiendo de la sangre de su madre tras ser decapitada por Perseo.

Entre sus hazañas está el haber ayudado a Belerofonte a terminar con la terrible Quimera, ser monstruoso de dos cabezas (una de león, otra de cabra) y cola de serpiente.

El relato mítico también nos dice que estando un día Pegaso en el monte Citerón golpea el suelo con su casco y en ese lugar brota un manantial conocido como la fuente Hipocrene (“fuente del caballo”).

Zeus lo convertirá en una hermosa constelación boreal.



En el libro V de las Metamorfosis del poeta Ovidio leemos:


Hactenus aurigenae comitem Tritonia fratri               
se dedit; inde cava circumdata nube Seriphon
deserit, a dextra Cythno Gyaroque relictis,
quaque super pontum via visa brevissima, Thebas
virgineumque Helicona petit. quo monte potita
constitit et doctas sic est adfata sorores:              
“fama novi fontis nostras pervenit ad aures,
dura Medusaei quem praepetis ungula rupit.
is mihi causa viae; volui mirabile factum
cernere; vidi ipsum materno sanguine nasci.”


Hasta aquí la tritonia acompañó a su hermano,
el nacido de la lluvia de oro. Luego abandonó Serifos 
envuelta en las volutas de una nube y, dejando 
a su derecha Citnos y Gíaros, se dirigió a Tebas 
y al Helicón, montaña de las vírgenes, por donde
le pareció que era más corto el trayecto sobre el mar. 
Una vez llegada a la montaña, descendió, 
y de este modo les habló a las doctas Musas:
"Ha llegado a mis oídos la fama del nuevo manantial
que con su duro casco abrió el alado Pegaso.
Es ésta la causa de mi venida, pues quise ver tan gran 
prodigio; yo misma lo vi nacer de la sangre de su madre".




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