© Teodoru Badiu, Pegasus Divided
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Pegaso. Caballo
con alas, hijo del dios Posidón y de la Gorgona Medusa. Es llamativo el episodio que nos relata su
nacimiento emergiendo de la sangre de su madre tras ser decapitada por Perseo.
Entre
sus hazañas está el haber ayudado a Belerofonte a terminar con la terrible
Quimera, ser monstruoso de dos cabezas (una de león, otra de cabra) y cola de serpiente.
El
relato mítico también nos dice que estando un día Pegaso en el monte Citerón
golpea el suelo con su casco y en ese lugar brota un manantial conocido como la
fuente Hipocrene (“fuente del caballo”).
Zeus
lo convertirá en una hermosa constelación boreal.
En el libro V de las Metamorfosis del poeta Ovidio leemos:
Hactenus
aurigenae comitem Tritonia fratri
se
dedit; inde cava circumdata nube Seriphon
deserit,
a dextra Cythno Gyaroque relictis,
quaque
super pontum via visa brevissima, Thebas
virgineumque
Helicona petit. quo monte potita
constitit
et doctas sic est adfata sorores:
“fama
novi fontis nostras pervenit ad aures,
dura
Medusaei quem praepetis ungula rupit.
is
mihi causa viae; volui mirabile factum
cernere;
vidi ipsum materno sanguine nasci.”
Hasta aquí la tritonia acompañó a su hermano,
el nacido de la lluvia de oro. Luego abandonó Serifos
envuelta en las volutas de una nube y, dejando
a su derecha Citnos y Gíaros, se dirigió a Tebas
y al Helicón, montaña de las vírgenes, por donde
le pareció que era más corto el trayecto sobre el mar.
Una vez llegada a la montaña, descendió,
y de este modo les habló a las doctas Musas:
"Ha llegado a mis oídos la fama del nuevo manantial
que con su duro casco abrió el alado Pegaso.
Es ésta la causa de mi venida, pues quise ver tan gran
prodigio; yo misma lo vi nacer de la sangre de su madre".
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