jueves, 27 de febrero de 2014
lunes, 10 de febrero de 2014
Naturaleza simple de lo mágico
©
Eve Arnold
|
Para
que me protegiera,
esta
mañana tracé una línea de tiza en la pizarra y,
como
si fuera un hondo precipicio,
fue
cayendo dentro de ella todo lo malo,
aunque
después, cuando me alejé,
volvió
a ser un simple trazo blanco sobre el
[encerado.
Naturaleza
simple de lo mágico.
(Antonio Orihuela, Narración
de la llovizna)
jueves, 6 de febrero de 2014
Vengo del Norte, de donde las sirenas siguen llamando a Ulises
Hoy
tienes en el alma noche de luna llena,
tu eternidad aúlla detrás del pensamiento,
en las dunas del dolor que hemos dejado atrás
para llegar aquí y estar tan solos.
Encargaré a los pinos que lacren tu conciencia
con resina salvaje,
y entenderás el llanto de los lobos,
los frágiles dialectos de los copos de nieve.
Serás la reina aquí. Serás la enredadera que suba
por el tronco de mis árboles,
serás la milenrama que busquen los enfermos de
tu eternidad aúlla detrás del pensamiento,
en las dunas del dolor que hemos dejado atrás
para llegar aquí y estar tan solos.
Encargaré a los pinos que lacren tu conciencia
con resina salvaje,
y entenderás el llanto de los lobos,
los frágiles dialectos de los copos de nieve.
Serás la reina aquí. Serás la enredadera que suba
por el tronco de mis árboles,
serás la milenrama que busquen los enfermos de
esperanza.
Vengo del Norte,
de donde las sirenas siguen llamando a Ulises,
de donde los recuerdos se borran con la lluvia,
de donde los destinos se reman con los brazos muy
Vengo del Norte,
de donde las sirenas siguen llamando a Ulises,
de donde los recuerdos se borran con la lluvia,
de donde los destinos se reman con los brazos muy
abiertos.
Ella viene conmigo
para daros a luz una provincia de perfumes.
Ella trae las cenizas del gélido nordeste.
Vengo del Norte,
a encender las luciérnagas de vuestra soledad,
a tatuaros la piel con el rumor de los enjambres.
Mi silencio revienta como la pasión de las legumbres.
Aquí extenderemos las paredes de nuestro nuevo
Ella viene conmigo
para daros a luz una provincia de perfumes.
Ella trae las cenizas del gélido nordeste.
Vengo del Norte,
a encender las luciérnagas de vuestra soledad,
a tatuaros la piel con el rumor de los enjambres.
Mi silencio revienta como la pasión de las legumbres.
Aquí extenderemos las paredes de nuestro nuevo
mundo
y ella tendrá un estanque y un sueño de pizarra
y unos ojos azules como los dioses áticos.
Quiero que la felicidad desprenda la fragancia
de los albaricoques
y se siente a morir cada tarde un momento.
Si me miráis así seré un poco más viejo que la tierra,
porque vuestras pupilas giran con el vapor de las
y ella tendrá un estanque y un sueño de pizarra
y unos ojos azules como los dioses áticos.
Quiero que la felicidad desprenda la fragancia
de los albaricoques
y se siente a morir cada tarde un momento.
Si me miráis así seré un poco más viejo que la tierra,
porque vuestras pupilas giran con el vapor de las
embarcaciones
en que navegan los antepasados.
Ella tiene dos pueblos hundidos en el alma
y en noches como ésta habla con el acento de los
en que navegan los antepasados.
Ella tiene dos pueblos hundidos en el alma
y en noches como ésta habla con el acento de los
pantanos;
lleva en el corazón un campanario
para que nunca más estéis tan apartados de las
lleva en el corazón un campanario
para que nunca más estéis tan apartados de las
golondrinas
y sepáis la hora por su tristeza románica.
Vengo del Norte,
de una aldea tranquila donde la muerte viaja en un tren
de carbón,
de la llamada azul de los afiladores,
de una granja apartada de todos los destinos.
y sepáis la hora por su tristeza románica.
Vengo del Norte,
de una aldea tranquila donde la muerte viaja en un tren
de carbón,
de la llamada azul de los afiladores,
de una granja apartada de todos los destinos.
(Aurelio González Oviés, Vengo del Norte)
martes, 4 de febrero de 2014
Ausencia. Borges / Sarah Vaughan
© Mario
Sorrenti
|
Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.
(Jorge Luis Borges, Ausencia)
sábado, 1 de febrero de 2014
Tiempo y Sueño
© Kasia Derwinska
|
Ἐγώ: Pronombre personal primera persona, yo.
Diálogo: Del griego διάλογος, plática
entre dos o más personas, que
alternativamente manifiestan sus ideas o afectos.
Vida; Tiempo; Sueño...
Memoria; Recuerdo;
Olvido...
Minucias de colores.
Ψευδεῖς
αλήθειες; / Λόγοι
ψευδεῖς; (Platón)
El Sueño va sobre el Tiempo
flotando como un velero.
flotando como un velero.
Nadie puede abrir semillas
en el corazón del Sueño.
…
El Tiempo va sobre el Sueño
hundido hasta los cabellos.
Ayer y mañana comen
oscuras flores de duelo.
hundido hasta los cabellos.
Ayer y mañana comen
oscuras flores de duelo.
…
¡Qué espesura de anémonas levanta!
Y si el Sueño finge muros
en la llanura del Tiempo,
el Tiempo le hace creer
que nace en aquel momento.
¡Ay, cómo canta la noche! ¡Cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!
Y si el Sueño finge muros
en la llanura del Tiempo,
el Tiempo le hace creer
que nace en aquel momento.
¡Ay, cómo canta la noche! ¡Cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!
(Federico García Lorca,
Así que pasen cinco años)