Frantisek Drtikol, Soul series, El alma I (1930)
|
Frantisek Drtikol, Soul series, El alma II
(1930)
|
ME
CREÍA DUEÑO DEL MUNDO
y
no era dueño de mí mismo.
Bebí,
como un vino de siglos,
la
fugacidad del minuto:
la nube que aprende a trazar
su
alto vuelo maravilloso,
el
ancho cielo donde otoño
tiende
su púrpura fugaz;
la mar que desliga el azul
y
lo quiebra en blancos y oros;
la
tierra que dobla su lomo
abrumada
de plenitud.
No era mi reino. El que duraba
lo
llevaba dentro de mí.
Miré
hacia adentro. Supe. Vi:
mi
reino lo llevaba el agua.
Y cuando nada queda. Cuando
se
sienten ganas de no ser,
cuando
el mágico atardecer
enciende
el álamo lejano,
se quiere huir, se quiere entrar
en
la noche definitiva.
Hay
que luchar. Sangra la herida
y
ya no se puede luchar.
Cómo puedo querer huir
a
mi noche, mientras exista
algo
bello, por lo que un día
hubiera
querido morir.
Lleva mi reino el agua. Mira:
se
lleva lo mejor de mí.
(José
Hierro)
No hay comentarios:
Publicar un comentario