Ya que este blog tiene en su cabecera un claro interés y dedicación a Mercurio, os propongo en esta ocasión la lectura de una de las fábulas que el escritor griego Esopo (Αἴσωπος) dedica a Hermes (ya sabéis que el dios Hermes para los griegos se corresponde con Mercurio para los romanos).
Hermes deseando saber cuánto lo valoraban los hombres, entró en el taller de un escultor, adoptando forma humana.
Allí viendo una estatua de Zeus preguntó cuánto costaba. Le respondió (el escultor) que una dracma.
Hermes sonrió y preguntó cuánto valía la estatua de Hera. Le contestó que tenía un precio todavía más alto; entonces viendo Hermes una estatua de sí mismo, supuso que a él los hombres le tendrían en mayor valía, puesto que era mensajero de los dioses y (dios) del comercio. Por eso precisamente preguntó el precio de la estatua de Hermes y el escultor respondió:
“Si compras las otros dos, te regalaré ésta”
Esta fábula puede aplicarse a toda persona vanidosa que no es apreciada por los demás.
En anteriores entradas del blog tenéis información tanto sobre Mercurio como sobre la figura "legendaria" de Esopo.
Ἑρμῆς καὶ ἀγαλματοποιός
Ἑρμῆς βουλόμενος γνῶναι ἐν τίνι τιμῇ παρὰ ἀνθρώποις ἐστίν, ἧκεν ἀφομοιωθεὶς ἀνθρώπῳ εἰς ἀγαλματοποιοῦ ἐργαστήριον. Καὶ θεασάμενος Διὸς ἄγαλμα ἐπυνθάνετο πόσου. Εἰπόντος δὲ αὐτοῦ ὅτι δραχμῆς, γελάσας ἠρώτα τὸ τῆς Ἥρας πόσου. Εἰπόντος δὲ ἔτι μείζονος, θεασάμενος καὶ αὑτοῦ ἄγαλμα ὑπέλαβεν ὅτι αὐτόν, ἐπειδὴ καὶ ἄγγελός ἐστι καὶ ἐπικερδής, περὶ πολλοῦ ποιοῦνται οἱ ἄνθρωποι. Διόπερ ἐπυνθάνετο ὁ Ἑρμῆς πόσου, καὶ ὁ ἀγαλματογλύφος ἔφη· Ἀλλ᾿ ἐὰν τούτους ἀγοράσῃς, τοῦτόν σοι προσθήκην δώσω. Πρὸς ἄνδρα κενόδοξον ἐν οὐδεμίᾳ μοίρᾳ παρὰ τοῖς ἄλοις ὄντα ὁ λόγος ἁρμόζει.
Traducción
Hermes y el escultor
Hermes deseando saber cuánto lo valoraban los hombres, entró en el taller de un escultor, adoptando forma humana.
Allí viendo una estatua de Zeus preguntó cuánto costaba. Le respondió (el escultor) que una dracma.
Hermes sonrió y preguntó cuánto valía la estatua de Hera. Le contestó que tenía un precio todavía más alto; entonces viendo Hermes una estatua de sí mismo, supuso que a él los hombres le tendrían en mayor valía, puesto que era mensajero de los dioses y (dios) del comercio. Por eso precisamente preguntó el precio de la estatua de Hermes y el escultor respondió:
“Si compras las otros dos, te regalaré ésta”
Esta fábula puede aplicarse a toda persona vanidosa que no es apreciada por los demás.